domingo, 4 de mayo de 2014

Despersonalización

Existo; pero no soy, no estoy.
Mi cuerpo, absorbido por sí mismo,
irradia sólo energía oscura
que a nada es capaz de conmover.
Nadie puede sentirme
sino como a figura sin llenar,
fantasma, sombra que se arrastra menesterosamente.
Mi mente que no ancla aquí ni ahora
se fragmenta, volátil,
al flotar sobre las cosas armónicas.
mental-03
Me afano entonces en actuar
con todos los gestos posibles de la voz y el movimiento;
me finjo sustancial
para que alguien así le otorgue sentido a mi presencia,
materia al espacio que ocupo.
Por Aleqs Garrigóz

Depresión

La vida es un crucifijo.
Si extiendes los brazos
abrazas sólo un limbo de pena y soledad.
En los puños crispados sólo aprietas dolor,
dolor,
más dolor.

Cada cuerpo gravitando alrededor
parece hecho en hierro zumbante de tensiones,
mientras el tuyo se desmorona como pilar de arena rendida,
al margen de los cauces.
Y duermes para no saberlo,
pero sufres al soñar.
Basta sólo abrir los ojos un instante.
Pero despertar es tan difícil
cuando quieres morir.
Por Aleqs Garrigóz

Esquizofrénico

 I
 Se abre una voz a mitad de la noche.
¿Qué es ese lenguaje inconexo,
ese decir “lejos” para decir “jamás”,
ese torpe pensar que intenta trasparencias,
ese nudo gutural de significados vacío?
¿Por qué su risa le viene en lo inoportuno?

Su espejo no es tan imaginario para reflejar
su imagen expandida o deformada.
Un grito en él está contenido
y siente que los ruidos lo agraden,
que debe bailar con el acto y ganar.
El miedo le crece hasta lo innombrable.
(Miedo de ser borrado del umbral
por el aleteo de una mosca.)

Se encaja las uñas en la cara,
escondido en el baño.
Desesperado.

II

Sujeto replegado sobre sí,
retraído como una ostra,
como la flor que se cierra si la tocas.

Desconcierto de ser uno mismo,
y en el uno la multiplicidad,
lo poliforme, la ausencia.

Destrucción inconsciente del propio yo.
Porque el yo no quiere vivir,
pero tiene miedo hasta de morir.

III


Duda sobre su mano derecha y su mano izquierda
en un mundo que le explota de delirios.

Habla de lo que no está,
dice que lo observa una conciencia perversa,
que hay voces en su interior “jugando de él”.

Dice que esconde una idea suya el que no habla,
el que calla en el sitio más hondo de su pecho.
(Su corazón, su puño de papel arrugado.)
Aleqs Garrigóz